The Athenaeum Hotel & Residences

“Tradición inglesa, lujo y la mejor ubicación de Londres en el corazón de Mayfair frente a Royal Green Park.”

Tradición inglesa, lujo y la mejor ubicación de Londres en el corazón de Mayfair frente a Royal Green Park. Así definiría yo al The Athenaeum Hotel And Residences. Sito en el corazón de Mayfair frente a Royal Green Park, este hotel The Athenaeum Hotel And Residences encarna de forma perfecta el… Más

Tradición inglesa, lujo y la mejor ubicación de Londres en el corazón de Mayfair frente a Royal Green Park. Así definiría yo al The Athenaeum Hotel And Residences. Sito en el corazón de Mayfair frente a Royal Green Park, este hotel The Athenaeum Hotel And Residences encarna de forma perfecta el lujo de cinco estrellas con ese espíritu independiente tan bohemio que caracteriza esta zona de Londres dado que está localizado en la calle mundialmente conocida de Piccadilly, en concreto en el 116 Piccadilly, de Mayfair. Es un hotel muy galardonado, merecedor de cada uno de esos meridísimos reconocimientos, y a diferencia de otros lujosos hoteles este es de gestión familiar. Para los que conocen Londres saben que Mayfair es uno de los mejores barrios de Londres (aunque mi preferido es el barrio de Chelsea que es un barrio del centro de Londres encuadrado en el municipio de Kensington y Chelsea), pues este hotel está situado en el mismísimo corazón de Mayfair, con lo que ello implica. Para aquellos viajeros que no hayan estado nunca en esa zona os diré que Mayfair se ha convertido en uno de los más lujosos, caros y prestigiosos de la ciudad, repleto de embajadas, hoteles, oficinas, apartamentos, agencias de automóviles de lujo y restaurantes de prestigio. Es la zona a la que hay que acudir para encontrar la prenda más chic o degustar los mejores platos en los mejores restaurantes. Pertenece al distrito de Westminster, y queda delimitado por Piccadilly, Hyde Park, Oxford Street y Regent Street. Es lo más de lo más!. Si tuviera que describir cómo es este hotel por dentro lo haría empezando por decir que aquí se distinguen entre habitaciones, suites y residencias (como casitas adosadas), y todas ella, desde la más sencilla a la más opulenta son exacto reflejo de una simbiosis perfecta entre la artesanía británica a medida con un perfecto guiño a las raíces Art Deco. Es asombrosamente patente la herencia inglesa en la decoración, sin salir del hotel sabes que estás en Londres, y eso no es fácil de conseguir, saben impregnar el espíritu londinense chic-bohemio al hotel desde la propia arquitectura siguiendo por la gestiona del hotel y terminando por el ambiente que se respira en el mismo, sin olvidar que estamos en un lujoso 5 estrellas. Las residencias es lo más distintivo de este hotel, sin duda alguna, es lo más singular, yo es algo a lo que no estoy acostumbrada a ver, por eso me voy a explayar un poquito. Están ubicadas dentro de las casas adosadas tradicionales de ladrillo rojo, cerquísima de las atracciones típicas londinenses. Son casas adosadas, con su propia puerta de entrada cada una, como si fuese tu casita propia dentro de un hotel de lujo en pleno dentro de Mayfair, imaginaros, algo que no se ve en todos lados. Muy piji todo. Tienen cincuenta metros cuadrados cada una, se accede a través de su propia puerta principal, pero con la posibilidad de entrada interna discretísima al hotel también, y por supuesto para que te sientas como si es tuya la casita está totalmente equipada con cocina, sala de estar, etcétera. Inclusive sus habitaciones separadas tienen camas California King, cubiertas con los fantásticos colchones Hypnos. Y algo muy ideal es que las residencias contiguas se pueden interconectar bajo petición, lo que es una opción muy buena para familias y también para grupos (como mis amigos que cogieron varias intercomunicadas entre sí) máxime si te vas a quedar mucho tiempo. Por estar alojados en una residencia tienes derecho gratuitamente al spa del hotel además. Cuatro de nosotros al ser diplomáticos pese a ser una escapada privada no se nos permite por seguridad hacer uso de ellas y tuvimos que optar por suites al imponérnoslo así las aseguradoras del cuerpo diplomático. Las suites son muy buenas pero sólo hay dos tipos de suites a diferencia de mi hotel preferido de Paris donde hay una gran variedad de suites. Aquí está las GREEN PARK SUITES que es como un refugio londinense con vistas desde el suelo al techo al fantástico Green Park, con mucha luz natural, todo ello en cuarenta y nueve metros cuadrados (mi preferida) y las MAYFAIR SUITES con un mobiliario elegante acompañado de obras de arte exquisitas, sus vistas dan a los edificios victorianos tradicionales del rojo-ladrillo de Mayfair históricos, pero sons algo menor que las otras al tener solo cuarenta metros cuadrados. Todas las suites son lujosas y monísimas, por supuesto. El spa es muy bueno, pero acostumbrada yo al del Ritz París obviamente no me puede sorprender ningún otro spa, las suites obviamente incluyen acceso gratuito al spa (The Spa). Sí voy a destacar de este spa que aparte de su muy cuidada bañera de hidromasaje está dotado de equipos de primera clase cortesía de Technogym y Peloton, lo cual no se encuentra en todos los hoteles de lujo pues yo Peloton lo he encontrado en muy pocos (si en el Trump de NYC) En cuanto a la restauración, sin olvidar que estamos en Londres, y por tanto la gastronomía londinense es muy distinta a la de otros países por ejemplo del Mediterráneo, no obstante tenemos los huéspedes una diversidad gastronómica muy amplia y en la que no falta el típico té (gama de tés imposible de relatar uno a uno) exquisito londinense y platos modernos y fashions de temporada. Su restaurante El 116 At the Athenaeum es el restaurante buque insignia del hotel, y es el típico restaurante moderno y chic londinense pero con inspiración internacional, donde puedes comer tanto dentro como en su magnífica terraza (recomiendo sin dudas la terraza de verano, grande y al aire libre, ideal para cenar al aire libre, inmersa en ese entorno chic-bohemio de Piccadilly). El 116 at The Athenaeum es un restaurante británico contemporáneo dirigido por el chef ejecutivo, Ian Howard que merece mención aparte pues captura un espíritu por excelencia que es digno de alabar. El servicio es de 10 lo que unido a la elegancia de la decoración proporciona un ambiente exquisito para cenar. Aquí usan la fórmula de menús de temporada a base de productores locales de primerísima calidad. Distinguen muchos menús, por ej: menú desayuno, menú Degustación, menú Degustación vegano, menú Degustación vegetariana, menú Definir, menú Todo el día, menú De postres, menús (en plural) De comedor privado, menú De te de la tarde, Te vegetariano de la tarde, Te vegano de la tarde, Te de la tarde sin gluten, Te salado de la tarde, Menú de la barra, y por supuesto la carta de vinos. Os lo he intentado traducir al castellano porque en el hotel era todo el tiempo inglés, eso sí, inglés por todos lados. Yo no soy de comer menús pero obviamente hay que adaptarse al sitio a donde se va así que tuvimos que optar por un menú. Sin duda opté junto a mis escoltas por los menús (en plural, hay varias opciones dentro de estos menús) de comedor privado (private dining menus) porque dentro de ellos está realmente encubierta una opción de comer a la carta dado que distingue entre: Canapes (cold, hot, sweet) / set menus (menú 1, menú 2 y menú 3 con precios razonables tales como: 45 libras por persona el 1 y 55 libras por persona el 2 y 3), y mi preferido que es el a la carte pre-ordered menú en el que puedes elegir entre una carta compuesta por por ejemplo: entrantes (de los que me quedaría con el salmón marinado que está muy bueno, su precio es el más caro de los entrantes y sólo cuesta 20 libras), platos principales (de los que me quedo con la ternera Wellington, es el más caro y sólo cuesta 55 libras) y postres (de los que me quedo con la English cheese Board, es el más caro y sólo cuesta 18 libras). Muchos me preguntan siempre por el precio del café o el té para saber si un sitio es caro o no, yo discrepo con eso pues el café o el té no es lo indicativo de si algo es caro o no pero bueno, para el que se lo esté preguntando aquí no distinguen entre el café y el té para el precio, los dos cuestan lo mismo y sólo cuestan 5 libras lo cual es barato creedme para un hotel de 5 estrellas y para la calidad que tienen. Yo he llegado a pagar 21 euros por un café en Paris y sin embargo este de 5 libras está mejor. No siempre el precio determina la calidad de algo ni mucho menos. Es más, muchas veces es el sitio y no el café en si lo que determina el precio de algo. Mis amigos optaron por el menú degustación. El 116at The Athenaeum como restaurante británico típico pero contemporáneo, defiende lo local y su menú té de la tarde es como un ritual/tradición londinense (té artesanal, pasteles pijis, diversas golosinas dulces y saladas) e increíblemente todos mis amigos y escoltas se lo tomaron, yo fui la única que no, yo soy más de café. La terraza está abierto durante todo el año y es ideal para los días de verano cálidos. El Bar estaba cerrado aún, pero para que os imaginéis es algo súper famoso, un must, con ventanas desde el suelo al techo que muestran el inigualable 'Living Wall', pequeños rincones con sillitas de cuero, no sé, es como trasladarte a un ambiente de lujo pero a su vez puedes ver en sus vitrinas más que iluminadas la incomparable colección de whisky (más de cien variedades de whisky hay en este hotel) junto con coleccionables favoritos de todo el mundo. Mis escoltas se quedaron con las ganas de disfrutar en el mismo pero estaba cerradito aún. Y al igual que en cuanto a los alojamientos las residencias es lo peculiar de este hotel, en cuanto a la restauración no podía ser distinto y tiene otra peculiaridad que no se ve en casi ningún sitio pues además de la opción del restaurante tiene la opción del picnic!, si picnic, sólo tienes que pre-ordenarlo, recoger tu cesta y manta, y cruzar justo en frente y elegir un sitio soleadito en Green Park, es tan cute y chic, OMG!!. El picnic incluye un plato de charcutería, rollos de salchichas de cerdo y manzana, macarrones deliciosos, etc., ay Dios lo que difrutamos!!!. Elegimos el PICNIC DE TÉ DE LA TARDE que sólo costaba 45 libras e incluía todos los clásicos del té de la tarde, sándwiches, bollos con mermelada y crema, dulces exquisitos hechos por el pastelero del hotel, etc. Yo pedí aparte café, pues no soy muy de té aunque obviamente lo tomo pero prefiero el café. Y ahora para terminar lo que más me gusta a mí de este hotel: su paquete VIPUP, que sólo cuesta 40 libras por perrito por estancia, vamos baratísimo. Para los que amamos a los perritos esto es lo más, pues te puedes llevar a tu perrito al súper hotel y alojarlo contigo. El hotel se ha asociado con El Sabueso Majestado, y el paquete incluye hasta un colchón hipoalergénico y comodísimo de The Majly Hound entre otras muchas cositas pijis para nuestros hermanitos perrunos (pollo asado y steak tartar, etc), y hasta regalito para llevárselo después a casita (una pajarita, cortesía de The Majly Hound, sabrosas golosinas, etc). En correspondencia obviamente los dueños de los perritos tenemos que responsabilizarnos y así por ejemplo somos responsables de todos los daños que puedan provocar y tenemos que firmar una cláusula de exención de responsabilidad. Es un hotel fantástico, sin dudas, y aunque lo más llamativo y famoso de él sea su jardín colgante en su fachada, de hecho este hotel Athenaeum se ha convertido prácticamente en una cita obligada para todo aquel que visita Londres, pues atrae desde el exterior por el exuberante jardín vertical que decora su fachada, pero para mí es en el interior donde se esconde realmente su esencia, y por eso lo que ya de por sí era famoso (jardín colgante) lo he dejado para el final y sólo de pasada hago referencia a ello, y me he centrado en lo que sólo se puede saber si te alojas en el mismo que es lo que creo que merecen saber todos los usuarios de esta fantástica plataforma de Tripadvisor por si quieren ir a deleitarse a Londres, y dentro de Londres, alojarse en esta joya de hotel. Es un más que premiado establecimiento, estratégicamente ubicado frente al tradicional Green Park, y uno de los pocos hoteles cinco estrellas de la ciudad que sigue siendo un negocio familiar (administrado por sus propios dueños). Lo recomiendo sin lugar a dudas. Este sitio es particularmente famoso por conservar y llevar hasta su máxima expresión la centenaria tradición inglesa del té, incluso galardonado en varias ocasiones por The Tea Guild de Londres, el Afternoon Tea del Athenaeum es sin duda uno de los mejores de todo Londres (lo puedes acompañar con pastelillos decorados con flores de azúcar, bizcochitos de naranja y exquisitas tartaletas de frutas). Sabéis algo?? el té de la tarde es una tradición centenaria que comenzó Anna Maria Russell, duquesa de Bedford —íntima amiga de la reina Victoria de Inglaterra—, como una manera de deleitar a sus nobles amigas con refinados postres y aromáticos tés. El interior del hotel puede describirse como distinguido, moderno y sofisticado, con algunos toques vintage, en el que reina una logradísima perfecta simbiosis entre la privacidad hogareña y las amenidades de un hotel de lujo. Yo para resumir la experiencia de mis amigos y mía en esta visita relámpago a la preciosa y singular ciudad de Londres para celebrar el cumpleaños de dos amigos diplomáticos, diría que el Athenaeum Hotel cuenta con un excelente y relajado servicio, ecléctica y lujosa decoración, insuperable vista del parque, a escasos pasos del Palacio de Buckingham, los museos y las boutiques de lujo más importantes, y por ende su ubicación es verdaderamente privilegiada. Y por si esto fuera poco, este hotel ofrece en su bar (tristemente para mis escoltas cerrado) una de las colecciones de whiskies más extensa de Londres con marcas y ediciones especiales que han sido seleccionadas de todo el mundo, siendo la favorita de mi escolta Jonathan un Balvenie DoubleWood de 12 años o una edición Gentleman Jack de la casa Jack Daniel’s. ■ Este hotel consigue dos cosas muy valiosas para cualquier viajero y para cualquier amante de los animales y que lo distingue de otros hoteles: que te sientas como en tu verdadero hogar lejos de tu hogar, en lugar de ser solo un hermoso destino para los turistas, y un enfoque verdaderamente acogedor hacia los perros que para los que los amamos como nuestros hermanos y/o hijos perrunos es algo que no dejaremos nunca de agradecer hasta el infinito a estos hoteles de lujos (camitas hermosas para perritos, no faltan sus golosinas, etc, automáticamente todo previsto para nuestros perritos desde el mismo momento de nuestra llegada al hotel). Por favor quedaros todo muy tranquilos si viajáis a Londres, y máxime si os quedáis en este hotel. porque hasta han adquirido la marca estándar de la industria, es decir, han seguido las pautas de COVID-19 del gobierno y la industria, y cuentan hasta con una evaluación de riesgos y un proceso para mantener la limpieza y ayudar al distanciamiento social. Y todo ello de verdad, no como otros hoteles de la cadena Melia que incumplen los protocolos de higiene y de COVID-19 hasta el punto de que incluso no cambian el agua de sus piscinas en más de diez años para ahorrar en agua desatendiendo la salud y protección de los huéspedes de la cadena Melia. Especial agradecimiento: - a la Dirección del hotel (General Manager Joanne Taylor-Stagg) por permitirnos ser nosotros mismos sin restricciones, sin formalismos, como personas normales, si alguien sospechó algo nadie dijo nada, estuvimos registrados como personas normales sin títulos ni nada, todo lo organizó el gobierno inglés de nuestra parte, y realmente creo que esta vez las autoridades londinenses lo hicieron extremadamente bien pues yo creo (si no que me corrija el General Manager) que nadie en el hotel ni siquiera su Manager General sospechó que fuéramos diplomáticos ninguno, y menos aún que cuatro fuésemos príncipes/sas. Pudimos hasta hace picnic sólos sin escoltas, bueno, sólos, sólos no, sólos para nosotros significa que en vez de llevar tres escoltas cada uno llevábamos sólo un escolta cada uno. Eso sí las autoridades londinenses nos dijeron que para pasar disimulados ni siquiera hiciésemos por saludar al Manager General y por eso no nos presentamos ni le saludamos, que nos disculpe por ello pero cumplíamos órdenes; - muy especial reconocimiento a las autoridades policiales londinenses por mimetizarse literalmente con nosotros hasta en la vestimenta y acompañarnos a tres chicas a todas las atracciones que quisimos visitar (incluso repitiendo en la misma varias veces porque me enamoré de ella al ser una especie de noria –London Eye-). Pudimos interactuar con los policías como si fuesen nuestros escoltas lo cual nos dio una total libertad, y sentimiento de seguridad a su vez, que es impagable, dado que Londres para nosotros es un tesoro, pero andar libres por Londres sin escoltas (bueno un escolta sólo por cada una) y acompañados por policías londinenses es algo único pues nos sentimos súper seguras con todo lo que ello implica de libertas para hacer de todo, y que sólo se pudo conseguir gracias a las autoridades gubernamentales londinenses. Es un hotel son mucha solera, incluso el preferido de celebridades (incluso Harrison Ford se ha alojado aquí), y entiendo perfectamente el por qué: no te hace sentir como si estás en un hotel de lujo, sino como si estás en tu casa de lujo, en tu hogar, y eso no tiene precio. All the best! Princess -----------------------------------

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