Las opiniones más destacadas de Orsa Maggiore son: Se trata de un hotel pequeño, tiene 13 habitaciones, distribuidas en pequeños rellanos a los que se llega por escaleras, no tiene ascensor. Y, sin embargo, recordaré siempre nuestra estancia en Nápoles como una de las mejores gracias al hotel. La recepcionista es una persona muy amable, en realidad no es una sola, claro, se turnan porque las 24 horas hay siempre recepción (punto a favor, ya que no te tienes que salir con la llave a la calle), atenta, simpática. La habitación nos entraba con desayuno, es en el primer piso, la encargada de eso (Mariana creo que se llamaba, perdón si no es ese nombre), nos ponía enseguida dos capuchinos de rechupete y buscábamos un par de dulces napolitanos, siempre frescos, grandes, se puede repetir y también había magdalenas, cereales, etc. Luego comíamos un yogur de frutas y un mini zumo de esos que vienen con pajita, ¡listos para empezar el día! La habitación creo que ha sido una de las cosas más importantes; no tenía hermosas vistas, pero es que ¿para qué quiero yo eso? En cambio, la cama era grande, con buen colchón, buena almohada, aire acondicionado, neverita que nos vino de miedo para refrescar cervezas y bebidas, y un gran armario ropero donde guardamos todo, nuestra estancia fue de diez días. Por cierto, la habitación olía siempre muy bien, a incienso, sándalo, nos ponían un agradable ambientador. La señora encargada de la habitación la tenía siempre impoluta, por supuesto hay un baño privado en la habitación, con ducha, bidet, lavabo, inodoro. Toallas blanquísimas, renovadas a diario, para el suelo, manos y ducha; también abundante gel y jabón, llevábamos el nuestro pero no nos habría hecho falta. Seguridad absoluta en los objetos que dejábamos, cámaras de fotos, dinero, documentos... hay una caja fuerte en la habitación, ignoro su uso porque sencillamente dejábamos las cosas y al regresar nunca hubo nada raro.
En cuanto a la ubicación, queda a un paso de la plaza Garibaldi, que es el centro neurálgico de comunicaciones, ya que allí están los autobuses al aeropuerto, los trenes que van a Herculano, Pompeya y Sorrento, y se pueden coger también las dos líneas de metro. Cerca hay pizzerías, y especialmente una heladería que deberían prohibirla porque sus helados son tan buenos que no podíamos evitar cada día caer en esa tentación. De todos modos desde el hotel se llega perfectamente a pie a la catedral, y también a las plazas de la Municipalidad o Plebiscito, si no te molesta caminar, a nosotros nos encanta.
Nos hemos sentido siempre como en casa, y era evidente que todo el mundo se esforzaba en que disfrutáramos la estancia, no es solo un trato comercial, es algo más, las mujeres de este hotel son maravillosas..
Muy bueno
Basado en 221 opiniones
Ubicación
Silencio en la habitación
Habitaciones
Servicio
Calidad-Precio
Limpieza
Este alojamiento destaca por encontrarse en el centro de Nápoles
Mostrando 2 opiniones destacadas de 221 opiniones de Tripadvisor
7
707vicenter
29/09/2021
“Cuando vuelva a Nápoles buscaré de nuevo este hotel”
Se trata de un hotel pequeño, tiene 13 habitaciones, distribuidas en pequeños rellanos a los que se llega por escaleras, no tiene ascensor. Y, sin embargo, recordaré siempre nuestra estancia en Nápoles como una de las mejores gracias al hotel. La recepcionista es una persona muy amable, en realidad… Más
Se trata de un hotel pequeño, tiene 13 habitaciones, distribuidas en pequeños rellanos a los que se llega por escaleras, no tiene ascensor. Y, sin embargo, recordaré siempre nuestra estancia en Nápoles como una de las mejores gracias al hotel. La recepcionista es una persona muy amable, en realidad no es una sola, claro, se turnan porque las 24 horas hay siempre recepción (punto a favor, ya que no te tienes que salir con la llave a la calle), atenta, simpática. La habitación nos entraba con desayuno, es en el primer piso, la encargada de eso (Mariana creo que se llamaba, perdón si no es ese nombre), nos ponía enseguida dos capuchinos de rechupete y buscábamos un par de dulces napolitanos, siempre frescos, grandes, se puede repetir y también había magdalenas, cereales, etc. Luego comíamos un yogur de frutas y un mini zumo de esos que vienen con pajita, ¡listos para empezar el día! La habitación creo que ha sido una de las cosas más importantes; no tenía hermosas vistas, pero es que ¿para qué quiero yo eso? En cambio, la cama era grande, con buen colchón, buena almohada, aire acondicionado, neverita que nos vino de miedo para refrescar cervezas y bebidas, y un gran armario ropero donde guardamos todo, nuestra estancia fue de diez días. Por cierto, la habitación olía siempre muy bien, a incienso, sándalo, nos ponían un agradable ambientador. La señora encargada de la habitación la tenía siempre impoluta, por supuesto hay un baño privado en la habitación, con ducha, bidet, lavabo, inodoro. Toallas blanquísimas, renovadas a diario, para el suelo, manos y ducha; también abundante gel y jabón, llevábamos el nuestro pero no nos habría hecho falta. Seguridad absoluta en los objetos que dejábamos, cámaras de fotos, dinero, documentos... hay una caja fuerte en la habitación, ignoro su uso porque sencillamente dejábamos las cosas y al regresar nunca hubo nada raro. En cuanto a la ubicación, queda a un paso de la plaza Garibaldi, que es el centro neurálgico de comunicaciones, ya que allí están los autobuses al aeropuerto, los trenes que van a Herculano, Pompeya y Sorrento, y se pueden coger también las dos líneas de metro. Cerca hay pizzerías, y especialmente una heladería que deberían prohibirla porque sus helados son tan buenos que no podíamos evitar cada día caer en esa tentación. De todos modos desde el hotel se llega perfectamente a pie a la catedral, y también a las plazas de la Municipalidad o Plebiscito, si no te molesta caminar, a nosotros nos encanta. Nos hemos sentido siempre como en casa, y era evidente que todo el mundo se esforzaba en que disfrutáramos la estancia, no es solo un trato comercial, es algo más, las mujeres de este hotel son maravillosas.
Menos
S
Silvio B
Argentina
22/09/2018
“Solo Para dormir y ducharse”
Estuvimos en este Hotel x 2 noches, sin elegirlo sino por una compra en Hotwire que te tira buenos precios y luego que compras te dice que hotel. El Orsa Maggiore esta mu bien ubicado, en plena plaza Garibaldi donde esta la terminal de tren y Metro. Y donde para el Alibus que te trae del Aeropuerto… Más
Estuvimos en este Hotel x 2 noches, sin elegirlo sino por una compra en Hotwire que te tira buenos precios y luego que compras te dice que hotel. El Orsa Maggiore esta mu bien ubicado, en plena plaza Garibaldi donde esta la terminal de tren y Metro. Y donde para el Alibus que te trae del Aeropuerto. El hotel nos brindo una habitacion que estaba a 100 metros de donde estaba la recepcion, en otro lado. Una puerta de madera, un edificio de oficinas parecia, donde para usar el ascensor habia que ponerle 10 centavos de Euro. Al llegar al piso que nos habian indicado de ese edificio espantoso, habia una puerta que al entrar nos tranquilizo un poco ya que era una zona toda hecha a nuevo, donde habian 5 o 6 habitaciones. Nos toco una con ventana a la calle Humberto 1. Y la habitacion estaba limpia, y muy bien por el precio que habiamos pagado. Solo el acceso es horrible. Si lo que buscas es un lugar para dormir , bañarte y salir a pasar todo el dia paseando por Napoles y estar cerca del Tren, es bueno. Ahora si queres un hotel para vivirlo mas de eso, buscate otro.
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