Hotel Graziella

“Casa lejos de casa”

Para nuestra sorpresa, nos encontramos un diamante en nuestro viaje. El hotel está a pocos pasos de la playa y a una hermosa playa de arena. A nuestra llegada nos recibió un jovencito que rápidamente nos ayudaron a descargar nuestro vehículo y aparcado el coche. ¡Guau! ¡Qué manera agradable de come… Más

Para nuestra sorpresa, nos encontramos un diamante en nuestro viaje. El hotel está a pocos pasos de la playa y a una hermosa playa de arena. A nuestra llegada nos recibió un jovencito que rápidamente nos ayudaron a descargar nuestro vehículo y aparcado el coche. ¡Guau! ¡Qué manera agradable de comenzar. Inmediatamente nos llevaron a nuestras habitaciones, así que nos acomodamos en. Las habitaciones eran muy agradables y cada una tenía su propio balcón y bonitas vistas. Las comidas en el hotel eran de alta calidad final comidas y el ambiente nos hizo sentir muy cómodos. La cena era increíble. Nunca tuvimos que salir del hotel para nada, excepto para disfrutar de la fantástica playa. El personal es increíble; no podían hacer más por ti. Este es un hotel de gestión familiar con muchos años de éxito de la operación, ahora entiendo por qué! Este es un hotel al que volvería una y otra vez. Gracias a Guido y su familia por hacer que nuestra estancia en Hotel Graziella muy cómoda y agradable. Nos hicieron sentir como en casa!

Menos

“Hotel familiar para pasar unos días de playa cerca de Rimini, Emilia Romagna, Italia”

Llegamos con una oferta de Secret Escapes, con lo que el precio fue el adecuado. No conocíamos la zona, ni el hotel. La experiencia fue positiva. El hotel es familiar, de tamaño pequeño. No es moderno, pero está muy limpio. La habitación que ocupamos tenía un colchón cómodo; las almohadas, las sába… Más

Llegamos con una oferta de Secret Escapes, con lo que el precio fue el adecuado. No conocíamos la zona, ni el hotel. La experiencia fue positiva. El hotel es familiar, de tamaño pequeño. No es moderno, pero está muy limpio. La habitación que ocupamos tenía un colchón cómodo; las almohadas, las sábanas y las toallas eran nuevas. El hotel, como cortesía, nos facilitó dos toallas para la playa, que también eran bastante nuevas. Teníamos un pequeño baño, tal vez lo más incómodo, especialmente la ducha. Pero funcionaba adecuadamente. Desde el balcón, veíamos el mar y el atardecer. La playa está cruzando la calle, con lo cual resultaba muy conveniente. El desayuno era bastante aceptable, con productos locales y caseros, y estaba incluido en el precio. Igea Marina tiene una estación de tren (IGEA MARINA), lo cual resulta práctico para desplazarse. El hotel está a unos 15 minutos de la estación. La playa tiene 7 km, pero lo más interesante es que tiene una escollera artificial de 3,5 km., a unos 300 metros de la orilla, que genera una especie de piscina que cubre poco y es idóneo para niños y personas mayores. También es posible nadar, porque cubre más, al aproximarse a la escollera. Tanto al hotel, como a la playa, se puede ir con perros. Estos pueden acceder al mar y a la playa, fuera del horario de uso habitual, de 8 de la mañana, a 8 de la tarde. En la playa, lo aconsejable es alquilar 1 sombrilla y dos tumbonas, con derecho a instalaciones sanitarias y juegos infantiles, en los diferentes "BAGNO", que están numerados a lo largo de la costa. Nosotros estuvimos en el Bagno Romano, frente al hotel, a un coste de 15 euros diarios. Todo está muy cuidado y no tuvimos problemas con nuestras pertenencias.

Menos