Países Bajos: Ruta de las Flores, a tu aire en coche

Holanda es fascinante, sobre todo en primavera. Es entonces cuando se cubre de un auténtico “mar de flores” y se convierte en el jardín de Europa, dando forma a paisajes bucólicos protagonizados por vistosos e infinitos campo de flores -perfectamente ordenados según los colores primarios- y rematados por molinos centenarios. La “Ruta de las Flores” conforma uno de los trayectos en coche más hermosos y fascinantes de Europa, acercando al viajero a la historia e idiosincrasia del pueblo holandés a través del rico universo de las flores. Emprendes una Ruta inolvidable salpicada de bellos contrastes, de hermosas playas de arena fina como las de Noordwijk aan Zee y Scheveningen; de grandes ciudades llenas de vida, arte y planes de ocio como Ámsterdam, La Haya, Róterdam, Utrecht y Delft; de pintorescos pueblos llenos de tradición como Edam, Marken o Gouda… Son muchas las razones que harán que te enamores de este rincón europeo. Sin duda, sus idílicos paisajes serán una de ellas. Entre los meses de marzo a junio, las flores “estallan” en todos los colores del arco iris regalando al viajero paisajes únicos que parecen sacados de la paleta de algunos de los grandes maestros holandeses. ¡Y es que Holanda es la tierra de las flores por excelencia! En tu hoja de Ruta, kilómetros y kilómetros de cultivos, invernaderos, jardines y paisajes de ensueño como los de la región de Bloem Bollenstreek, de Flevoland, de Westland, de Kop van Noord-Holland... La vinculación de los holandeses a las flores se remonta varios siglos atrás, y desde entonces han sabido vivir de las flores y la horticultura, convirtiéndose en el principal exportador mundial. Una de sus flores más célebres es el tulipán, auténtica seña de identidad del pueblo holandés. Tras ser plantado el primer tulipán procedente de Turquía en el Siglo de Oro, no tardaría mucho tiempo en convertirse en objeto de culto y especulación, dando lugar a la conocida como “tulipamanía” y convirtiéndose en el protagonista de la primera burbuja económica de la economía moderna. Hoy las flores son un elemento indispensable para entender la historia y la vida diaria holandesa. Prepárate para conversar con los alegres floristas; para deambular por los animados mercados y contemplar sorprendentes subastas de flores como las que se producen en Aalsmeer; para visitar museos dedicados enteramente a los bulbos y a su historia; para presenciar magníficos espectáculos florales como el “Bloemen Corso” (Desfile Floral) de Lisse; para extasiarte en jardines tan espectaculares como el de Keukenhof, donde cada año florecen más de 7 millones de flores... Y, durante todo el viaje, disfruta de la cultura y la gastronomía holandesa. ¡No vuelvas a casa sin unos bulbos!