Francia: Ruta por la Provenza entre Girasoles y Lavanda, a tu aire en coche

La “Ruta entre Girasoles y Lavanda” parece sacada de la paleta de un pintor. Descubre este clásico y sensorial itinerario en coche, uno de los más buscados de Europa, que te permitirá conducir entre aromáticos mares de color lila, plantaciones de girasoles de un intenso color amarillo, pueblos con encanto vinculados a la historia, el arte universal, la industria del perfume, la buena gastronomía, increíbles castillos, iglesias y abadías, bellos valles y localidades que se desparraman colina abajo o que miran al mar o a infinitos y campos de lavanda. Esta Ruta tiene como arranque y final la dinámica y atrevida ciudad de Marsella, desde donde podrás conocer enclaves tan pintorescos y bucólicos como Aix-en-Provence, Gordes, Saint-Rémy-de-Provence y Les Baux-de-Provence, todos ellos impregnados del inconfundible estilo de vida y belleza de la Provenza francesa. Complementan la Ruta ciudades milenarias como Aviñón, Nîmes y Montpellier, cada una con una personalidad única, un importante pasado, un destacado legado monumental, una interesante agenda de ocio y diversión y mucha vida en sus calles y plazas. Y durante todo el camino te acompañarán los paisajes de la bella campiña provenzal. Sus infinitos y fotogénicos campos de lavanda teñidos de un intenso color añil invitan al viajero a desconectar de la rutina, descansar y degustar excelentes productos locales como el aceite de oliva, los vinos, los quesos, los pasteles típicos… ¡Toda una tentación para el paladar! Conducirás por tierras que al viajero se le tornan familiares, ya que son los mismos campos y cafés pintados por Van Gogh, las mismas montañas que inspiraron a Cézanne, la misma naturaleza que deslumbró a Gauguin… Y también descubrirás la grandeza de la Provenza romana, un rincón desde el que el antiguo Imperio Romano mostró al mundo su fuerza de expansión y que dejó a su paso carreteras, puentes, templos, coliseos… Todos ellos testigos de la historia de estas tierras y que se encuentran, en la mayoría de los casos, perfectamente conservados e integrados en las ciudades modernas.