Fundada en 1515, entre las primera siete villas de Cuba, Santiago de Cuba resulta una de las más pintorescas ciudades del país. A Santiago de Cuba suelen atribuírsele dos particularidades que la hacen irrepetible: su gente hospitalaria, de temperamento jovial y desenfadado y su rico acervo histórico-cultural. Su identidad caribeña se hace patente en la música popular y en manifestaciones de su folklore.