Crucero Alaska a bordo del Norwegian Bliss desde Seattle (EE.UU.)

Seattle (EE.UU.)

La historia nos cuenta que esta ciudad se reveló como puerto importante durante la legendaria fiebre del oro del Yukón y Alaska a fines del siglo XIX. A partir de entonces se afianzó comercialmente y estableció sus enlaces a través del Pacífico con los países asiáticos. De allí viene parte importante de su población, también compuesta por naturales americanos, afro-americanos, latinos y escandinavos. Por su parte, la geografía nos dice que Seattle pertenece al estado de Washington, que es capital del condado de King, entre el golfo de Puget Sound y el lago Washington, y que es la ciudad más poblada del estado. Fue construida sobre una serie de colinas y es famosa por su pintoresco paisaje. En las afueras se encuentran los lagos Unión, Washington y Green. Las montañas del Parque Nacional Olympic se elevan al oeste y la cordillera de las Cascadas, dominada por el monte Rainier, se encuentra al este de la ciudad. Es un importante centro cultural, de gran sofisticación, revelada en su arquitectura, artes y moda. Cuenta con restaurantes de primera categoría, que ofrecen al visitante la posibilidad de saborear exquisitas comidas a base de mariscos procedentes de las aguas del Océano Pacífico que bañan sus costas. Tiene también importantes universidades, la del estado de Washington (la más antigua) data de 1861. En el noreste se encuentran los tres principales museos de la ciudad: el Museo de Historia e Industria, la Galería de Arte Henry y el Museo Estatal Conmemorativo de Washington Thomas Burke, con exposiciones sobre los indios nativos de la región. El turismo es uno de los pilares de su vasta economía y ofrece al viajero encanto y acceso a recreaciones espectaculares al aire libre.

Juneau (Alaska)

Juneau es una de las dos capitales de estado estadounidense a las que no se puede llegar por carretera. El único medio para llegar a ella es por avión o por barco. La población nativa es de origen tlingit, un pueblo de ricas tradiciones artísticas, con dominio del tejido, la escultura (tótems), la danza y el canto y otras cosas.

Skagway (EEUU)

La Fiebre del Oro dejó innumerables historias y leyendas. También lugares como Skagway, junto a la ciudad de Dawson, y construcciones como el Pasaje Blanco y el Tren de Yukon Route, todo puesto al servicio de los buscadores del precioso metal dorado, el que muy pocos encontraron cumpliendo sus sueños de riqueza. La comunidad de Skagway no conoció mayor desarrollo desde entonces. Esto le ha permitido conservar su valor histórico y su antigua belleza, motivo de asombro de muchos visitantes. Por ejemplo, al recorrer el sendero de madera de Broadway Street y contemplar edificios de más de un siglo de edad. Miles de visitantes por año llegan en cruceros a esta región, ávidos -no de oro esta vez- sino del descubrimiento de un paisaje de singular belleza. La que sí es una riqueza inagotable.

Glacier Bay (Alaska)

Patrimonio de la Humanidad. El Parque Nacional Glacier Bay incluye 16 glaciares, de los cuales 12 de ellos expulsan icebergs a la bahía. Entre la fauna de la región se encuentran los osos, ciervos, ballenas, cabras montesas y aves acuáticas.

Ketchican (Alaska)

Junto con Juneau (la capital), Anchorage, Fairbanks y Sitka, Ketchikan es una de las ciudades más importantes de Alaska. Está situada en la isla de Revillagigedo, 145 km al norte de Príncipe Rupert (Columbia británica) y 600 km al sur de Juneau. Como sede de actividades pesqueras, conserveras y madereras, prosperó de manera destacada durante el siglo XIX. Hasta ella llegaron trabajadores de todo el mundo. Los visitantes fanáticos de la naturaleza podrán apreciar los bosques tropicales húmedos (Alaska Rainforest Sanctuary) y el Monumento Nacional de Fiordos Nieblosos. Los interesados en la historia, el Saxman Native Village, el Tótem Heritage Center, el Tongass Historical Museum, y Creek Street, la pintoresca zona peatonal histórica.

Victoria (British Columbia, Canadá)

La capital de la Columbia Británica, Victoria cuenta con muchos edificios históricos y algunos de los más fascinantes museos en el oeste de Canadá. La ciudad se beneficia de uno de los climas más benignos de Canadá, que permite a sus residentes a buscar placeres al aire libre durante todo el año.

Seattle (EE.UU.)

La historia nos cuenta que esta ciudad se reveló como puerto importante durante la legendaria fiebre del oro del Yukón y Alaska a fines del siglo XIX. A partir de entonces se afianzó comercialmente y estableció sus enlaces a través del Pacífico con los países asiáticos. De allí viene parte importante de su población, también compuesta por naturales americanos, afro-americanos, latinos y escandinavos. Por su parte, la geografía nos dice que Seattle pertenece al estado de Washington, que es capital del condado de King, entre el golfo de Puget Sound y el lago Washington, y que es la ciudad más poblada del estado. Fue construida sobre una serie de colinas y es famosa por su pintoresco paisaje. En las afueras se encuentran los lagos Unión, Washington y Green. Las montañas del Parque Nacional Olympic se elevan al oeste y la cordillera de las Cascadas, dominada por el monte Rainier, se encuentra al este de la ciudad. Es un importante centro cultural, de gran sofisticación, revelada en su arquitectura, artes y moda. Cuenta con restaurantes de primera categoría, que ofrecen al visitante la posibilidad de saborear exquisitas comidas a base de mariscos procedentes de las aguas del Océano Pacífico que bañan sus costas. Tiene también importantes universidades, la del estado de Washington (la más antigua) data de 1861. En el noreste se encuentran los tres principales museos de la ciudad: el Museo de Historia e Industria, la Galería de Arte Henry y el Museo Estatal Conmemorativo de Washington Thomas Burke, con exposiciones sobre los indios nativos de la región. El turismo es uno de los pilares de su vasta economía y ofrece al viajero encanto y acceso a recreaciones espectaculares al aire libre.